La caserna de todos

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Llevo poco tiempo viviendo en La Morera, pero si me he dado cuenta de algo, ha sido de la falta de instalaciones públicas para los vecinos, cómo por ejemplo un casal d'avis. Bueno, esto del casal parece que lo van a solucionar despues de mucho tiempo, cediendo los tristes bajos de un edificio de nueva construcción (por lo menos será nuevo), cuyo coste para el ayuntamiento debe ser mínimo o me atrevería a decir que nulo. Lastima que a cambio nos vayan a construir una 'majestuosa' caserna de mossos en un espléndido solar, capaz de albergar múltiples instalaciones para uso y disfrute de los vecinos. Ya me veo los fines de semana destruyendo el mobiliario urbano o saltándome semáforos en rojo para que me detengan y poder disfrutar de los calabozos junto con mis otros amigos: el ladrón, el violador, el traficante, ¿quién sabe? quizá algún día algún colega del ayuntamiento. Este espacio se podría aprovechar de mil y una formas, pero todas ellas requieren un dinero, que por lo visto, el barrio no se merece. Qué mejor que ceder los terrenos a la Generalitat y que sean ellos los que tapen tan magnifico hueco. No podemos culpar a nuestro ayuntamiento, tienen que destinar todo el dinero que recaudan a través de los impuestos (de los más elevados de España) al nuevo puerto deportivo, donde por lo menos podremos amarrar nuestros lujosos yates y veleros (tenemos tantos en Badalona). Siempre será más rentable éste que no un polideportivo o un casal d’avis. Además, que mejor para la capital europea del baloncesto que un puerto deportivo, ¿qué más se puede pedir? La política de reciclaje de Els Verds, por lo visto ha hecho efecto, van a aprovechar unos bajos para el casal d'avis, y quieren aprovechar el patío de un colegio para poner un polideportivo. Lo que no veo tan claro es el tema de la playa, que hoy esta más sucia que ayer, pero menos que mañana. Hasta hace un par de semanas, estaba contento y orgulloso del cambio de barrio y de ser de Badalona, ahora sólo puedo arrepentirme y sentir vergüenza. El otro barrio era menos tranquilo, pero teníamos un casal d’avis en condiciones (no unos triste bajos) y dos polideportivos (uno cubierto y otro descubierto). Por lo menos podré decir cómo excusa, que llegué al barrio antes que los mossos, cuando la calle aún era tranquila y segura, y no tenía que mirar por encima de mi hombro antes de abrir el portal de mi casa, para evitar visitas no deseadas. Espero que al menos sepan aprovechar el aumento de los estacionamientos indebidos para financiar nuevos proyectos para los ciudadanos, como por ejemplo un casino al lado del BCIN.